Katana 76 - Capítulo 1. Viento y lluvia
Una chica andaba por el inhóspito bosque, con una cálida lluvia como única compañera
La chica amaba esta lluvia tan típica de su tierra natal, y en otras circunstancias se tumbaría en su techo a dejar que está le lavara sus preocupaciones y el estrés de su día a día, pero hoy no tenía esa oportunidad.
El viento impulsaba con fuerza la lluvia, haciendo que cada gota que golpeaba su abrigo se sintiera como una pequeña piedra siendo lanzada a su espalda.
"Podría ser peor" dijo la chica en voz alta.
"Al menos la lluvia no me está escupiendo en la cara... Aunque no me quejaría si el viento soplará hacia los lados"
Si tan solo el viento soplara hacia los lados los árboles que rodeaban este penoso camino la protegerían de la lluvia, pero ese no era el caso.
Nadie en sus cabales tendría la brillante idea de cruzar el bosque en estas condiciones, las raíces de los cercanos árboles esperaban su oportunidad de tropezar a cualquier viajero distraído, y la lluvia colaboraba con la tierra para asegurarse que fuera difícil mantener las posaderas alejadas del suelo, pero la chica no podía permitirse el lujo de esperar a que pasara la noche, tenía que llegar a su aldea sin que nadie la viera...
"Aaagh- ¿¡Por qué tenía que llover esta noche!? ¡No voy a llegar a tiempo ni de coña! En qué momento pensé que esto era una buena idea...
La chica dirigió sus quejas tanto al paquete que llevaba entre sus brazos como a su misma, pero aún tras regalarse a sí misma su convicción seguía firme, estaba decidida a hacerlo.
Tras un poco más de queja y un grito de frustración, la chica comenzó a correr.
"¡Me importa una escama la de complicaciones que me echen, voy a puaaA-"
La chica tropezó con una raíz y ahora el paquete que llevaba se encontraba empalado en el suelo, justo igual que su cara
Mientras la lluvia hundía su alma en el fango la chica aceptó que era imposible que llegara a tiempo, y por si el Kosmos aún no le había mandado suficientes señales la lluvia empezó a golpearla de frente mientras intentaba levantarse.
"Me rindo, no merece la pena, con la pierna así no voy a llegar..."
Se acercó a un árbol cercano y se sentó contra el de manera que la lluvia le diera de frente.
"No me lo puedo creer... La he cargado... Y no es como si vaya a tener otra oportunidad de matar a ese capu-"
La chica paró, la lluvia paró, el mundo entero al rededor suya paró. Había alguien más sentado bajo ese árbol.
No sabía si era alguien de su aldea o siquiera si había estado escuchando sus últimas quejas, pero tenía que averiguarlo.
Poco a poco, el mundo comenzó a moverse de nuevo.
"Oh, hola, no sabía que este árbol ya estaba cogido... Oye, ¿te importa si te hago compañía?"
La chica se acercó a su presa, analizando minuciosamente cada detalle que alcanzará su vista.
Varón, estatura media, quizás un poco más alto, pelo blanco, su ropa parecía algún tipo de uniforme, pero estaba demasiado demacrado para confirmarlo.
"Oye... ¿Te importa si... Me acerco un poco?
Silencio.
"¿Que pasa? ¿Te ha dejado sin habla mi encanto? *Risas* Que mono~."
Si la cosa se torciera la chica tendría que confiar en sus garras y dientes, no tenía confianza en sus habilidades con el contenido del paquete.
"Bueno, si no me vas a prestar atención supongo que no te importará lo cerca que esté~."
El extraño se mantuvo inmóvil, con suerte su compañero de árbol estaba tan dormido que no se había dado cuenta de que la lluvia estaba dándole de lleno en la cara... Si no, puede que se estuviera preparando para un ataque sorpresa, justo igual que ella.
"¡Oyee~! Deberías ser más recepti-"
Al tocar el hombro del extraño causó que este cayera redondo al suelo, dejando ver las múltiples y diversas heridas que llevaba a través de todo su cuerpo.
"Oh no, esto pinta mal... Maldición, tengo que darme prisa."
Tras cogerlo todo la chica comenzó a correr hacia su aldea.
"Mierda mierda mierda tengo que darme prisa." Peso la chica mientras agonizaba por el dolor de su pierna.
Sus brazos empezaron a cansarse del peso que soportaban, pero la fuerza de su agarre se mantuvo implacable, su pierna, por desgracia, no fue perdiendo fuerza rápidamente hasta que no pudo más.
"Agh coño! Mierda! Aaaah joder cómo duele..."
El metálico sabor de la sangre comenzó a invadir su boca, el interior del paquete que antes llevaba entre los dientes había, de alguna manera, salido de su contenedor y había cortado la punta de su lengua.
"¡Vete al inferno!"
La chica grito mientras lanzaba la espada que había estado cargando desde hace ya rato a lo más profundo del bosque, pagando con ella su frustración por todo lo que estaba pasando.
"Mierda, tengo que darme prisa"
Se agachó en frente de su ex compañero de árbol, su situación era crítica, si no se daba prisa puede que no llegara al amanecer, tras volver a cargarlo en su espalda comenzó a correr, ignorando su dolor de su pierna.
"Tengo que darme prisa..."
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