Katana 76 - Capitulo 6. Abrazo.

La chica corría como podía por el bosque, abrazando con fuerza una espada ensangrentada, intentando desesperadamente evitar que su cuerpo callera al suelo al igual que las corrientes que fluían por sus mejillas hacían. Por desgracia sus nublados ojos fueron incapaces de avisar a sus piernas de una traviesa raíz que era incapaz de leer el ambiente y cayó al suelo junto con sus lagrimas.

No podía reunir las fuerzas para levantarse, toda la atención de su cuerpo se centraba en el dolor de su pecho, y no era solo el dolor del mango de su espada apretando contra este, era algo mas, algo que llevaba clavado ahí desde que escuchó las palabras de Kilan. Era el dolor de la traición, junto a un inmenso y agonizante miedo como el que nunca antes había sentido.

Con un grito, intentó separarse del suelo, tenia que seguir corriendo de esa cosa, pero este estaba tan empapado con sus lagrimas que le resultó imposible a su tembloroso cuerpo. Se arrastró hacia un árbol para ayudarse de el a levantarse, pero parece que sus lagrimas habían alcanzado también su superficie, aún así, tras unos segundos de esfuerzo consiguió ponerse en pie.

"¡Rikan! ¿Eres tu?"

Rikan por fin escuchó los gritos que su madre había estado soltando desde que se cayó y de la lluvia que seguramente había estado cayendo desde incluso antes.

"¡Mama!"

"¡Oh cariño, gracias a las estrellas que estás bien!"

Se anidó en los brazos de su madre, protegida por estos de la lluvia, y comenzó a llorar otra vez.

"Tranquila, ya estas a salvo, mami está aquí... Venga, volvamos a la aldea."

La madre intentó comenzar la vuelta a casa, pero las garras de su niña agarrando su espalda lo hacían imposible.

"Mama... fue el... el mató a K..."

"... Te refieres a quien está luchando contra Kilan?"

"No... fue... fue Kilan... el..."

"¿Te dijo eso el ángel?"

"No... lo dijo el mismo... Tenia mucho miedo..."

"Pero eso es... Volvamos a la aldea cariño."

La madre se liberó del agarre de su hija, comenzando su retorno, agarrándola del brazo.

"Espera... ¡Espera!"

La hija se liberó del agarre de su madre, deteniendo su retorno, agarrándola del brazo.

"Como puedes... ¿¡COMO PUEDES ESTAR TAN TRANQUILA!?"

"..."

"Tuvimos al asesinó de K sentado en nuestra mesa... Curamos sus heridas... ¿Y no te importa?"

La madre continuó encarando la lluvia, incapaz de girarse a mirar a su hija.

"¿Es que ya lo sabias? ¿Y no me dijiste-"

Su madre se giró, y escondidas en su cara empapada por la lluvia sus lagrimas gritaban 'Siento mucho lo que voy a hacer' mientras abrazaba a su hija.

"Te amo."

Tras escuchar las palabras de su madre notó como su conciencia la dejaba a medida que su cuerpo se hundía en el abrazo de su madre. 'Lo siento mucho... Ojalá hubiera otra opción'.